viernes, 7 de noviembre de 2014

¿CÓMO ES UNA ESTRELLA?



El aspecto de las estrellas suele diferir con demasía de lo que suponemos, con ayuda de la imaginación, al verlas desde la humilde distancia de miles de millones de kilómetros. Y lo cierto es que estos maravillosos astros no tienen puntas, ni son necesariamente amarillos, como pensamos al ver a la carismática estrella que otorga poderes de inmunidad en el vídeo juego "Mario Bross". En realidad, el aspecto de las estrellas varía según su tipo y espectro (medida astronómica de temperatura y luminosidad)  por lo que es inverosímil establecer una apariencia universal de lo que sería una estrella.
Estrellas.
Derechos: National Geographic
Si partimos por la enana blanca, es necesario afirmar que por lo general este astro anciano posee unas dimensiones similares a las del planeta tierra, Su luminosidad es opaca en comparación de otras estrellas, por lo que la resplandeciente luz nácar que emite es muy tenue. La textura de su cuerpo es imprecisa y deforme, además de que su respectiva forma es incierta gracias al vapor que la cubre. Y la temperatura de su núcleo suele ser gélida. En otras palabras, una enana blanca es una estrella amorfa (como lo son la mayoría) que  recoge la apariencia de una pequeña roca abandonada cubierta de nebulosa y de un resplandor pacífico y moribundo. Su tamaño es diferente al de la enana marrón, a pesar de que pertenezcan a la familia de "enanas ancianas", puesto que el tamaño de ésta última es equivalente a la dimensión de nuestra Luna, además de que la temperatura de la enana marrón es ligeramente más alta que la de la enana blanca, y su figura parece estar mejor contorneada, como si se tratara de un dibujo estrictamente trazado. 
 
Enana marrón orbitando un planeta (Izquierda) Enana blanca y el planeta Tierra (Derecha)
Derechos: Lagazzetta-DF.com
Y en relación a las cualidades de estrellas más colosales, como la Enana amarilla, o las integrantes de las familias de las "gigantes" y las "hipergigantes"(masivas), el grado de diferenciación radica nuevamente en su espectro, ya que la temperatura acondiciona la tonalidad de cada estrella, y la luminosidad determina su respectivo tipo (más allá de su juventud) y su forma, por lo que es aún más difícil describir el aspecto de las estrellas más grandes del cosmos. Podemos limitarnos a afirmar que, por lo general, las gigantes rojas adquieren la forma de una inmensa bola de fuego, y las estrellas masivas emiten destellos deslumbrantes y opulentos a lo largo de su vida transitoria.Sin duda alguna, el concepto preestablecido de la "estrella" con carita feliz y cinco puntas en torno a su centro, ya pasó de moda.

jueves, 6 de noviembre de 2014

MI ESTRELLA, MI VIDA

Parece una utopía observar esa bella pirotecnia conocida pretéritamente como “espacio exterior” desde la vista maravillosa del Observatorio Nacional. Sabía que la magnificencia de todo lo existente pronto acabaría, o por lo menos para nosotros. Desde que la alarma roja de los gobiernos más importantes fue activada debido a un suceso apocalíptico que supondría nuestro final, todo ha sido caos. Cada familia se ha aislado en sus respectivas “madrigueras” y han renunciado a cualquier contacto con el exterior. El ser humano es extraño, prefiere amargar sus últimos días de vida antes que cumplir los sueños que aún puede alcanzar, y mis padres me consideran un cadáver desde que tomé la elección de vivir mis últimos instantes en felicidad y paz, viajando por todo el país, tal y como siempre había soñado. Les hice entender que si la muerte del sol llegara a efectuarse, independientemente de mi escondite, me carbonizaría como una bola de papel en la fogata, al igual que el resto de la vida terrestre. No quería morir antes de tiempo, y una muerte es la pérdida de cualquier esperanza. Nadie se las sabe todas, y probablemente un acontecimiento lograría protegernos del final predecible que ha especulado la humanidad desde épocas arcaicas, cuando la Biblia planteó un apocalipsis hipotético y simbólico, o cuando los mayas establecieron el final de un ciclo, confundidos con la fecha de término. Todas estas profecías, que en algún punto debieron parecer descabelladas para los hombres de tiempos anteriores, probablemente terminarán por cumplirse en una fusión de las pesadillas más mórbidas y siniestras del humano (perder a los seres queridos y toda posesión material, ser quemado vivo, morir, ver a la naturaleza derretirse sin retorno, ver milenios de evolución de la especie incinerados junto con toda la existencia terrestre…) Pero, al fin y al cabo, tarde o temprano todo iba a terminar para mí. Y este acontecimiento solamente adelanta una fecha importante que todos tenemos que rendir desde el nacimiento: la muerte.

Derechos: Documental: "La muerte del sol"
Es lamentable que le demos un sentido a la vida desde que nos percatamos de su efímera duración, y esto lo afirmo desde mi experiencia. Toda mi vida ha sido un desperdicio, y hasta ahora comencé a disfrutar del tesoro más valioso de la existencia: el tiempo. Durante los últimos meses he conocido a grandes personas, entre esas un joven universitario que estudiaba astronomía en una universidad estadounidense, y comenzó a vivir en Colombia ya que anhelaba estar con sus padres en el “apocalipsis universal”, aunque desistió del sedentarismo y se atrevió a hablarme en medio de un centro comercial desolado. Nadie se tomaba la molestia de cerrar los establecimientos, puesto que toda su respectiva mercancía terminó siendo robada en su totalidad durante los primeros segundos de “caos”. Cada individuo decidió encerrarse como un parásito desde un principio, muertos en vida. Pero el joven enigmático que me dirigió un cálido saludo entre la soledad parecía ser diferente a los demás. Me inquietaba su alegría y regocijo en medio de la dificultad, por lo que no titubeé al preguntar el motivo de su sonrisa, y contestó con un: “Amigo mío, la gente ignora que hay esperanza científica. Todos parecen retrógradas, el morbo que les causa el fin del mundo nubla la variedad de alternativas factibles que nos salvarían de la catástrofe…”.
Derechos: Borrokagaraia.wordpress.com
 El muchacho parecía ser un charlatán, pero era un charlatán temerario, y en pocos segundos se convirtió en mi compañero de viaje. Sabía que él necesitaba una compañía real, que no se haya resignado a la muerte, que aún desee vivir. Él lo necesitaba, al igual que yo. Así que me confió toda su vida con unas contadas semanas de amistad, y expresó su alegría al enunciar una expedición que haría de manera independiente. Sus planes consistían en lanzar un proyectil (que financiaría su universidad) con núcleos de protones de hidrógeno en su interior, a una temperatura alta para que su actividad química no se descompense, y de este modo cuando entre en contacto con el sol, podría incorporarse en el corazón de la estrella para hacer la ionización de gases, de manera que el sol siga produciendo combustible vital durante al menos un millón de años más, tiempo suficiente para perfeccionar nuestras naves espaciales y desplazar a toda la especie humana a un planeta habitable que orbite a una enana amarilla de edad joven. El joven no tenía ideas tan oníricas, puesto que he estudiado mucho del tema y todo tiene sentido. El humano se resignó demasiado pronto, cuando aún podía luchar. Y gracias a mi ánimo frenético me atreví a revelarle mis deseos de ayudarlo en esta labor. Después de todo, el cohete estaba casi terminado, y sólo debíamos guardarlo hasta que la temperatura llegara a su clímax. Me ofrecí a guardarlo en mis propiedades fuera de la ciudad, pero mi compañero afirmó que sería más conveniente retenerlo en la universidad. Ahora pienso en el error que él cometió, y quisiera regresar en el tiempo para detener sus impulsos irracionales. La vida de mi amigo se terminó cuando los compuestos internos del cohete hicieron combustión junto con otras sustancias liberadas desapercibidamente del laboratorio de ciencias. Los investigadores de la universidad fenecieron junto con mi amigo, junto con la posibilidad más certera de rejuvenecer al sol.


Probablemente lo racionable sería dar por sentado que todo terminó, y que el último suspiro de esperanza falleció junto con el corazón cándido de mi buen amigo, pero cualquier cosa podría pasar. Y el ser humano es un ignorante de su destino y de su suerte. ¡Vivamos en el presente, amigos míos, que del mañana poco se sabe, y poco se podría hacer!

lunes, 3 de noviembre de 2014

SOBRE LOS TIPOS DE ESTRELLAS...





La tipología estelar es un tema de suma importancia en la astro física, puesto que la misma guarda una relación estrecha con la creación de la todo lo conocido y por conocer, y entre ello está la existencia de nuestro diminuto e inquieto orbe. Cada fragmento de la realidad empírica podría estar ligado a lo que significa "una estrella", y a todo lo relacionado con la misma. Y por ende es de gran relevancia el estudio de la tipología estelar. A continuación daremos a conocer una gran parte de esta fascinante clasificación astral que ha descubierto, con orgullo, la ciencia.

Comenzaremos con colosales cuerpos conocidos como "estrellas masivas", causantes principales de la inmensa variedad de formaciones propias del universo. Líderes en la creación de los diferentes cuerpos astrales, cuya labor destaca por encima de la de sus compañeras gracias a las ricas sustancias vitales que liberan. Las estrellas masivas son el objeto primordial de estudio en la tipología gracias a su asociación con los primeros protones, neutrones y deuterones que nacieron en una famosa explosión, conocida como "Big bang". Este tipo se familiariza con el estudio del Bosón de Higgs, o de la partícula de Dios, pero hasta ahora la humanidad no tiene resultados concretos de investigación en relación a la creación de la vida.

 
Imagen sin Copyright
Dimensiones de la estrella masiva (O) en comparación a otras estrellas de considerable tamaño

Ahora proseguiremos con colosales astros conocidos como "gigantes rojas", los cuales han sido frecuentemente confundidos con las "enanas amarillas", puesto que el sol (una enana amarilla) tiene el aspecto de una bola de fuego para nuestra limitada vista humana. Pero lo cierto es que las enanas amarillas y las gigantes rojas se diferencian en muchos aspectos. Partiendo desde las condiciones y características de cada una, ya que ningún planeta podría orbitar a una gigante roja sin ser absorbido por la misma. Mientras que las enanas amarillas poseen todas las condiciones idóneas para ser orbitadas. Y si comparamos sus respectivas masas, una gigante roja rebasaría con creces las dimensiones de una enana amarilla, como lo podemos comprobar en la siguiente imagen:

Imagen sin Copyright
Enana amarilla comparada con una gigante roja
También debemos hacer mención de estrellas más pequeñas, pero no menos importantes, conocidas como "enanas blancas" y "enanas marrones". En primer lugar, las enanas blancas se resumen como la fase que le sigue a las gigantes rojas. Son estrellas que descansan cubiertas de nebulosa mientras viajan sin rumbo por el espacio, y en su mayoría incapaces de explotar puesto que no tienen las condiciones propicias para mutar en supernovas. Pero estos bellos astros aún tienen la misión de esperar con paciencia millones de años, para convertirse en "enanas negras", materia degenerada que servirá de alimento para agujeros negros. En segundo lugar están las enanas marrones, enigmáticos cuerpos que danzan alrededor de planetas, cuya composición sigue siendo un misterio para la ciencia. Un misterio más, detrás de infinitos enigmas que quedan por resolver.

   
Derechos: noticiasdelaciencia.com
Enana blanca (izquierda) y enana marrón (derecha)

En conclusión, la variedad de la sopa cósmica se le atribuye a la fascinante tipología astral, en la cual cada cuerpo estelar tiene características diferentes entre sí y funciones que contribuyen inconscientemente al ritmo constante del universo. Desde la colosal estrella masiva hasta la misteriosa enana marrón aportan su grano de arena en la playa inmarcesible del maravilloso cosmos. Cada cuerpo astral difiere, pero todos comparten una causa común e innata: contribuir a un ciclo que aún no conoce final.

DANZAS ASTRALES

Es fácil ignorar el trasfondo de las matemáticas de la realidad, y vivir sin preocuparnos por este tema de suma trascendencia. Sin embargo, estaríamos haciendo caso omiso de la otra cara deslumbrante y fascinante de lo que conocemos, de nuestro origen y del por qué de nuestra existencia. Para comenzar a establecer un contacto estrecho con nuestros orígenes con ayuda del conocimiento, es necesario definir a las estrellas como las creadoras de la vida, puesto que a lo largo de su ciclo vital contribuyen a la armonía del cosmos por medio de los compuestos que liberan.

Desde los inicios de la creación de la sopa cósmica, enormes cuerpos llamados "estrellas masivas" han aportado gran variedad de sustancias idóneas para la creación de hábitats o de ambientes habitables a lo largo del universo. Sin estrellas, nadie habría escrito lo que acabas de leer. Sin éstos enigmáticos cuerpos no existirían los humanos, ni el planeta Tierra tal y como lo conocemos, ni indicios de vida.

Imagen sin Copyright
Nuestra realidad deviene de las estrellas, ahí radica su importancia en relación a nosotros. Pero, ¿cómo liberan estos compuestos? La respuesta es simple, puesto que éste proceso da a lugar en una explosión galáctica, conocida como "explosión de una supernova", acontecimiento en el que una estrella muere por medio de una impetuosa y fascinante detonación cósmica, en la que emana una serie de sustancias propicias para la formación de formas planetarias y de más cuerpos estelares.


Ante la información adquirida previamente es común preguntarse: ¿Por qué una estrella muere? En pocas palabras, para que una estrella pueda mantenerse con vida necesita realizar un proceso conocido como "ionización", en el que los núcleos de protones de hidrógeno se convierten paulatinamente en núcleos de protones de helio. Y cuando el hidrógeno se agota, el helio también lo hace, y bajo estas circunstancias la estrella fenece por medio de una explosión mientras exterioriza sus compuestos por todo el universo.

Bajo la majestuosa detonación astral, nacen más estrellas, y éste ciclo de vida continúa sin descanso. Es por ello que la comunidad científica considera que las probabilidades de vida en otros orbes son relativamente altas, puesto que es factible la presencia de otros "seres vivos" teniendo en cuenta la presencia de los componentes vitales que liberan las estrellas constantemente, además de las colosales dimensiones del cosmos. Reflexionemos en lo que alguna vez dijo Carl Sagan: "Si estamos solos en el universo, seguro que sería una pérdida terrible de espacio".




Imagen de la NASA, 2004
En definitiva, las emanaciones de las estrellas son fundamentales en el universo, aunque estos compuestos varían según el tipo de estrella. Entre mayor masa tenga una estrella, menor longevidad tendrá, pero liberará sustancias más abundantes y ricas en su muerte, como es el caso de las maravillosas estrellas masivas. Así que, en otras palabras, lo que libera una gigante roja no se comparará a las obras de la estrella masiva, pero algo es seguro: todas las estrellas son útiles en las danzas astrales, y cada una aporta lo que puede al cosmos.

Hay muchos misterios que debemos resolver como humanidad especulativa, y en nuestras manos está la expedición de los rincones más ignotos del espacio. Aún debemos desvelar la otra cara de nuestra realidad, y aprovechar este vistazo efímero de las grandes maravillas del cosmos conocido como "vida" para descubrir nuevas respuestas a enigmas ancestrales, garantizando un futuro próspero en conocimiento a generaciones venideras. Por ahora contemplemos el firmamento, sin la incertidumbre de lo que ocurre tras el éter, tras las cortinas nocturnas de nube, tras nuestra limitada bóveda celeste.

lunes, 20 de octubre de 2014

BIENVENIDO

Imagen extraída de:
elpurgatoriodesylvietartan.blogspot.com
¿Alguna vez has observado aquellos puntos anónimos que yacen en el firmamento, y te has preguntado cuál es el rol de aquellos cuerpos luminosos? ¿Cuántas veces has contemplado al cielo estrellado, especulando sobre la función de las estrellas o sobre su papel en el cosmos más allá de su belleza cautivadora? ¿Alguna vez, en medio de tus pensamientos, has dejado de lado el sentido romántico de los luceros para darle lugar al hermoso vistazo científico de tu entorno? Por lo general, ignoramos las matemáticas de la naturaleza, la profundidad de lo que nos rodea y la esencia de la realidad material. Quizás todos hemos creído, en cierto punto, que las estrellas son inútiles, siendo éstas simples rocas cuya única función consiste en adornar a la bóveda celeste, para complacer nuestras miradas curiosas y breves. 

En realidad las estrellas, madres ignoradas de la vida, poseen una naturaleza única, que va más allá de lo que nuestros limitados sentidos humanos pueden enseñarnos sin ayuda de medios tecnológicos. Sin embargo, poseemos el privilegio de vivir en la era de la información y de la ciencia, por lo que tenemos la posibilidad de acercarnos a esta maravillosa danza astral sin siquiera salir de nuestros hogares. Ya no hay excusa para hacer caso omiso de la armonía galáctica del universo y del seno de nuestra existencia efímera y valiosa. Así que siéntete libre de aprovechar este espacio de divulgación científica para ampliar tus conocimientos generales, y para establecer una relación más estrecha con tus orígenes.